La Tierra de Ayarr es tan antigua como el Universo.
Desde hace tiempos remotos andaba gente por esta tierra, gobernaron y caieron reinos, asi pasaron siglos trás siglos como las estrellas traspasan el cielo por la noche.
La Tierra de Ayarr había visto grandes y épicos acontecimientos. Unos de estos acontecimientos habían sucedido desde hace tanto tiempo y habían tan increibles que se convertieron en leyendas, mitos y cuentos para los niños.
Unas de estas leyendas fueron olvidados. Otras se consideran como peligrosas por el gobierno. Terceros se convertieron en mitos.
Paro cada leyenda, como cada mito... Siempre guarda parte de la verdad. Son contados por la gente. Una de estas historias increibles relatada de generación a generación en las provincias del Norte del Imperio Ayarr es la leyenda del Cristal Sangriento.
En tiempos remotos antes de 10 mil años al norte de las montañas congeladas se encontraba el Reino poderoso del Sol. Ocupaba mil miles de territorios y la gente que vivía allí era heredera del Sol. Poderosa era esta gente. Poderosa y rica. Viajaba por imperios ajenos por todo el mundo. Su país enorme fue el más desarrollado técnicamente del Universo porque en las profundidades de la Tierra fue escondido el don más sublime de su Creador. Este don era un Cristal. Excelente, precioso Cristal que poseía la fuerza de cambiar todo asi como la persona que les daba una fuerza, poder y vida etеrna. Es necesario que acercas solo un Cristal semejante a algo eleborado por tú y el objeto se hace extraordinario. No importa cuál es el objeto – arma, armadura o ... cucharada. Este cristal se extrae solo de un lugar – de las Minas del Poder situadas en el centro del Imperio – Castillo del Sol. Asi los súbditos del Imperio del Sol fueron como Dioses. Sus obras de artesanía fueron extraordinarias y todos los otros imperios los respetaron y tenían miedo por sus habilidades extraordanarios.
Pero como lo que sucede cada vez cuando todos los seres que poseen fuerza ilimitada los opoderá de orgullo a los Hijos del Sol. Ellos no deseaban vivir en paz y guardar a los débiles. Desearían apoderarse del Universo entero asi como el Sol. Por supuesto había unos de ellos que desearían guardar el estado y usar el Cristal extraordinario solo para bienes.
Lo que sucedió después fue la guerra más sangrienta de la historia de la humanidad. Generación trás generación los hijos del Sol seguían matarse uno a otro. Después de que pasaron ya mil años el rey del Sol dicidió tomar la decisión final que llegaría al fin de la guerra y de todo.
El día hacía sol y luz y las batallas sin piedad llegaron a los muros del Castillos de la Luz.
El último Emperador del Sol salió al balcón elevó sus manos a los cielos y pidió su Creador para ayuda:
“Oh, Sol poderoso! Ayudame maldecir esta tierra y todos sus súbditos porque ellos dieron vuelta a tu luz! Yo por mi parte te doy mi vida y mi sangre! Deseo que nunca más haya guerra entre nosotros y nosotros no merecemos tu piedad! ’
Y después de pronunciar estas palabras se cayo del balcón.
El Sol vió el sacrificio de su hijo hizo real su deseo.
Y cuando el cuerpo del Emperador cayó a la Tierra... El mundo empezó cambiarse.
Su sangre junto con la sangre de todos los muertos de las batallas infiltraron la tierra y todo el territorio del Imperio se convertieron de un disierto rojo. El Cristal Extraordinario maldicho por la sangre de los súbditos se convirtió de Cristal Sangriento. Y aun teniendo la fuerza de aumentar ilimitadamente su poder de los objetos elaborados con el, los mismos objetos nunca ya pudieron ser reparadas o mejorados.
Pasaron unos cuantos años los últimos súbditos de la generación del Sol murieron.
Todo el saber pera el Cristal fue olvidado. Y no había ya vivos que se lo recuerden.
El maldecir aumento la Montaña Conjelada hasta el bloquear de todos los accesos al Imperio del Sol.
Ya el Reyno más poderoso de todos los Reynos no existiá.
Lo que omitimos de esta historia... O se menciona de voz baja... Es que el Castllo Sangriento y las Minas del Poder todavía están intactos. El maldecir los guardó asi como fueron cuando su reyno fue derrotado... Ellos esperan sus Supremos nuevos. Ya pasaron ocho mil años.
Pero el que logra apoderarse del castillo sanriento y producir el Cristal sangriento tiene que saber el poder y el poder ilimitado que obtendrá tiene su precio muy alto.
Las bestias oscuras y las almas humanas todavía están vagueando por el desierto rojo. La tierra maldita nunca más pudiera ser dominada por humanos. Si eso sucede casualmente todos los humanos que habitan el desierto se encamianan al Castillo para que derrotan cada uno. Asi como las alas del mar se derrotan en las rocas asi las alas de las bestias malditas se derrotan en los muros del castillo – cada una más fuerte que la anterior. Asi hasta que los pasillos ilimitados de cristal sangriento de nuevo se hacen vacíos en espera del siquiente quien deseará apoderarse del poder sagrada que tiene.
Es enorme el poder del Cristal Sangriento.
Pero no es para todos... este poder.
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